Una de las cosas que me encanta con el yoga es como nos invita a Siempre ser estudiantes y seguir aprendiendo. A mi me incentiva a seguir explorando, y una de las cosas que más me fascinan son esos momentos de «ajá». Te parecerá haber practicado la misma postura, una y otra vez (y así es) pero Cada Vez es diferente (si lo permites). La abierta escucha, sin juicios, nos hace acercar cada vez más cerca a la esencia de la postura.
En Bowspring usamos la misma relación entre las diferentes partes del cuerpo, las mismas curvas, la misma integración y expansión, en Todas las posturas, dentro y fuera de la esterilla. Bowspring propone una postura dinámica, que podamos usar en todo momento despierto; acostado, de pie, caminando, sentado, en la oficina, cocinando, trabajando en el jardín, hasta en la playa 🙂
Ahora yo llevo unos tres años practicando desde este enfoque, y siento mi cuerpo muy diferente. El Yoga es una comunicación continua entre lo físico y lo mental/emocional. La postura dice mucho de cómo estamos, y una postura más dinámica, abierta, poderosa, nos ayuda a sentirnos más ligeros, abiertos, fuertes, de la misma manera que un estado emocional alegre, amoroso, compasivo, se expresa en el cuerpo con una postura más abierta, ligera, dinámica. Así que el Yoga y el Bowspring trabaja en las dos direcciones. Los que habéis practicado el Bowspring sabéis que trabaja activando 10 areas claves en el cuerpo, honrando las curvas en la espalda, expandiendo la caja torácica, abriendo el suelo pélvico, alargando y creando tono en la barriga y el cuello. En base de Cómo se activan el corazón, las raíces y las alas del cuerpo, se crea una relación entre empujar y tirar, entre empujar e integrar, en la que el cuerpo se permite mover en un pulso continuo, cada vez sintiendo más apertura y más integración. Los pies y las manos son como cuatro enchufes que activándose crean un tono uniforme en brazos y piernas. Al dejar que todas las partes del cuerpo trabajen en equipo y por igual, ninguna se sobrecarga, es un trabajo desde la consciencia y la atención plena, desde la responsabilidad de la salud de uno, desde la compasión, siempre con la escucha atenta. Cuando todos estos factores se tienen en cuenta, funciona el Bowspring, funciona la unión entre las partes y el todo, funciona el Yoga.
Hace poco tuve varios de esos «ajás», (después de un tiempo largo de sentir muy poca evolución en la práctica). De repente las sensaciones físicas las sentí más marcadas, noté como el cuerpo se colocó de una manera que antes no percibía, algo hizo clic… Eso para mi es la maravilla del aprendizaje, es como quitar capas, y cada vez llegar más cerca de la esencia…
Si hay interés, me gustaría proponer un taller introductorio del Bowspring Yoga a cara de octubre/noviembre (que también servirá para los que ya habéis hecho taller conmigo), y será beneficioso tanto para ti que has practicado ya algo de este método, y para ti que nunca lo hayas practicado. Veremos el sistema desde la teoría y en prácticas sencillas pero profundas para entender las claves de este método y seguramente empezar a sentir algo diferente.
Escríbeme si te interesa saber más del Bowspring!
Un abrazo y buena semana!
Mia
