4.25 VIshesa darshinah atmabhava bhavanavirvttih
«Cuando comprendas la distinción entre citta (conciencia) y atma («self», «yo»), la sensación de separación entra ambos dos desaparece.»
-Yoga Sutras, Patañjali
Una constelación concreta de partículas hace que tú seas tú, a la vez que esas partículas son las mismas que constituye a tu amig@, a tu enemig@, y a todo ser vivo. Por tanto, somos únicos y a la vez somos una misma conciencia. Esa comprensión lleva al sentido de la unión, al sentido del yoga. Somos la conciencia universal y el atma individual.
Para llevar esta teoría a la práctica podemos llevar la atención al fenómeno de ser a la vez quien observa (desde un plano universal) y ser el observado (en el plano individual). Entendemos en la sintaxis la diferencia entre el observador y el observado, pero llevado a la práctica, al «simple» hecho de prestar atención, comprenderemos que somos los dos a la vez, quien observa y quien esta siendo observado.
Lo llevemos a un ejercicio sencillo:
Sentado en una postura cómoda, en un lugar tranquilo, cierra los ojos y toma conciencia de tu respiración. Siente como inhalas y exhalas. Poco a poco abandona el hecho consciente de estar respirando, y déjate ser respirad@o, que la respiración te respire. Observa. Después de un par de minutos, toma una respiración más profunda, llena los pulmones a tope, y vacía poquito a poco, en una exhalación larga y completa. Seguramente te darás cuenta que te puedes observar y sentirte observado al mismo tiempo. Toma unos instantes para preguntarte: ¿Quién observa? ¿Quién está siendo observado? Deja que las preguntas y respuestas fluyan. Para terminar el ejercicio, si tienes tiempo, túmbate uno minutos, relaja todo el cuerpo, suelta las preguntas, las respuestas e incluso suelta la atención a la respiración. Abandónate a la relajación. Y antes de incorporarte, toma unas respiraciones más profundas, incorpórate y abre los ojos suavemente, con atención a quién mira y a quién ve, quién respira y quién está siendo respirado.