Quería aprovechar estos días más luminosos del año, y las semanas antes de las vacaciones, para repasar lo que son las áreas claves del cuerpo-mente cuando nos movemos dentro y fuera de la esterilla.
Os habréis fijado que en cada clase, iniciamos conectando con la respiración y con nuestro centro, con el eje central. Físicamente podemos visualizar la columna, y activamente alargarla, como si quisiéramos darle más espacio a cada vértebra. Para poder hacer eso, buscamos una postura óptima para las caderas (a lo mejor elevadas en un bloque). Llenamos y elevamos la caja torácica, y abrimos la garganta subiendo un poco la barbilla y llevamos la cabeza ligeramente hacia atrás y hacia arriba. Buscamos sentir la cintura y el cuello largos en todos los costados. La cintura y el cuello, como toda la columna, son curvilíneas. La espina dorsal es como una onda, en continuo movimiento. Por tanto, alargar la columna no significa poner la espalda recta, sino permitir su forma ondular y expandir en ella.
Más allá de lo físico, los yoguis siempre nos han hablado de un canal central, que nos sostiene y que nos conecta con tierra y cielo. Lo podemos visualizar como un tubo ancho, luminoso y ondular que nace en el suelo pélvico y termina en la corona, en realidad llegándo mucho más allá de esos dos puntos y del cuerpo físico. En este canal central se transporta el prana, la fuerza vital, y lo podemos sentir con cada respiración. A lo largo del canal central también se encuentran los siete chakras principales, desde la raíz hasta la corona. Se dice que cuando se despierta el Kundalini, esta energia liberadora sube desde la base hacia arriba, en dirección hacia el cielo, hacia una conciencia más amplia, hacia Moksha, la liberación. Toda práctica yoguica está enfocada hacia esa dirección. Diferentes ramas te hablarán del despertar de Kundalini de diferentes maneras. Yo la verdad no espero su despertar como tal, creo que siempre estuvo despierta, simplemente esperando su(s) momento(s) para manifestarse.
Cierto es, que para poder experimentar la libertad en cuerpo-mente, es necesario tocar tierra. El Tantra Yoga nos enseña que la vida está aquí y ahora, y la única manera de experimentarla es através de este cuerpo-mente que se nos han dado. El canal central nos recuerda de la dirección de nuestro trabajo: Para crecer hay que enraizar, para volar hay que primero saber estar firme en la tierra. Una pelota rebota y va hacia el cielo primero tocando fuerte hacia la tierra. Nuestro movimiento es ese, y continuo. Enraizar, elevar, enraizar, crecer, enraizar, tocar cielo.
Los árboles más frondosos suelen ser aquellos con fuertes raíces y un tronco; un canal central, potente y presente.
Practica esta semana: En cada postura, conduciendo, en el trabajo, cocinando, caminando: ¡enraíza y eleva! Mantén la forma ondular de tu canal central abierta, larga; en pulsación y en movimiento. ¡Despierta las ganas de tocar la tierra, y las ganas de tocar el cielo!