Hace unos meses que no os escribo, y os pido disculpas por esta ausencia de palabras y costumbres. He tenido que darme una pausa…y aún estoy en proceso de re-configuración. No voy a dar clases en Mallorca por un tiempo. Sí que mi intención es seguir la correspondencia por mail (con menos frecuencia que antes pero con mensajes parecidos…;) . Si os queréis dar de baja del mailing, hay un link al final de la página. Si tenéis alguna duda o os interesa hacer clases por Skype, por favor, poneros en contacto conmigo, info@miaeyoga.com
Gracias a un mail que recibí el otro día de una de mis queridas alumnas, me puse a pensar en el movimiento y sus beneficios. En mi humilde entender, creo que sin movimiento, a veces hasta la luz se estanca. La luz que es Amor; Fuerza Vital que recorre por todo micro- y macro cosmos. Por eso es tan esencial la práctica, aunque solo sea hacer un saludo al sol por la mañana, o unas torsiones a mediodía, unos saltos por la tarde, o unos estiramientos por la noche… La práctica ayuda a la energía a fluir. Es esencial tomarse unos minutos fuera del bullicio, fuera de las exigencias diarias, fuera de los pensamientos que no paran de rondar. Escuchar la respiración, y moverse al ritmo de ella. Tan sencillo. Y aún tan fácilmente perdemos la costumbre. Requiere cierta disciplina ser feliz. Sí, yo lo veo así. El escucharse, el contemplar una flor o el sol que brilla en el el mar, saber cuándo pararse y cuando moverse… Todo eso, en el mundo en el que vivimos, requiere cierta disciplina, atención y acción consciente.
Hasta la felicidad se estanca a veces, puede que hasta lo notes fisicamente. Dolor de cabeza, de estómago, nauseas o ansiedad? Cuando empezamos a movernos (tanto sobre la esterilla como fuera de ella), la energía se comienza a desbloquear. Al principio puede ser doloroso o incómodo, sin duda notarás que tienes un cuerpo, que tienes emociones. Cuándo los centros energéticos en el cuerpomente se desbloquean salen también nuestras sombras, todo aquello que menos nos gusta de nosotros mismos, nuestros miedos y todo aquello que impide que vivamos en armonía. Al estar parados muchas veces lo que sucede es que no nos damos cuenta de ello, estamos dormidos o anestesiados. Practicar también es observar la sombra y mirar los miedos en los ojos. Por eso la práctica remueve, y puede que sea tentador evitarla. Huimos lo incómodo, buscamos refugio en la comodidad. Sin embargo, la comodidad muchas veces nos engaña, estoy segura de que lo habéis experimentado más de una vez. Vale la pena sacudirse de vez en cuando, bailar, mover ficha, o sencillamente hacer un saludo al sol. Cada un@ sabéis qué movimiento os pide el alma. Deseo que fluya la energía, la que en esencia es luz, sabiduría y amor.
En fechas festivos, aún más importante darse momentos para un@ mism@. En medio del estrés entre comidas y compromisos, puede ser esencial darse unas respiraciones sobre la esterilla. Os deseo unos días navideños bonitos, tiempo de descanso, reflexión y celebración.
