¿Cuántas veces no habremos escuchado frases como: «No llores» «No te enfades», «No te pongas triste…»
Esta mañana después de la clase me quedé en las rocas delante del mar y la luz del sol atravesaba las nubes e hizo reflejo en el agua. El mar era sonido de olas y espejismo del cielo. Un barco se alejaba hacía el horizonte, un gato se acercaba y se nos cruzaron las miradas. Mi corazón latía, suave pero constante pumpum pumpum. Cerrando los ojos sentí literalmente como me atravesaba esa belleza. Y sin embargo sentía un dolor que no supe localizar, en la piel, en el corazón… Es un dolor conocido y a la vez desconocido…que me habita o me visita, que va más allá de mis propias penas. Como si fuera un dolor universal, la tierra que llora…
Desde pequeña, con frecuencia me pregunto ¿qué puedo hacer con ese dolor? ¿Cómo puedo hacer alguna diferencia en el mundo? ¿Qué puedo hacer yo tan pequeña en un mundo lleno de siniestros? Antes me inquietaba más la pregunta, con los años, voy pensando que, creo que lo único que puedo hacer es ser un canal de luz. Dejar que la luz me atraviese y ser el reflejo de esa fuente divina.
Esta mañana sentí más que nunca, que para poder ser luz, también necesito aprender de mis sombras. Y dejarme atravesar también por las emociones y sentimientos «mas tabúes» y «menos aceptados». Dejarme pasar por momentos o días oscuros o de locura; llorar, gritar, pisar fuerte y bailar…
Cuando nos duele algo lo solemos «curar» con una pastilla, contra el sueño tomamos café, sobre las heridas ponemos tiritas, y nos secamos las lagrimas porque alguien nos dice «¡No llores!» … ¿Podríamos darle la vuelta? A medida que nuestro día a día nos lo permita, ¿qué tal si interrogamos el dolor, dejando que nos atraviese y dejándolo contarnos lo que nos pasa? Qué tal si dormimos cuando tenemos sueño, comemos cuando tenemos hambre, y dejamos las heridas airear para sanar?
El corazón de nuestro ser es divinidad y bondad pura, lo que ocurra alrededor y las emociones que nos habiten, son solo eso, visitantes.
¡Qué las luces y las sombras nos atraviesen, que el desasosiego nos lleve a una comprensión más profunda, que nos atraviese tanto lo siniestro como lo maravilloso!***
***recordando las palabras de una de mis maestras de Arte terapia, Monica Sorín. Infinita gratitud.***
Esta semana habrá clase:
miércoles 14 octubre a las 18:00
delante de la capilla, Bosque de Bellver
domingo18 de octubre a las 9:00
delante del Mojo Beach, Cala Nova
Buena semana!
Un abrazo
Mia