Hoy es un día de estos cuando echo de menos, y me gustaría tener a algunas personas, cosas, posibilidades más cerca. Antes era más desapegada. Desapegada en el sentido que me daba más igual todo, y no solía sentir añoranza. Luego he visto que el apego y el desapego tienen diferentes apariciones y fases.
….me paro, respiro, y creo entender, que el Yoga nos enseña el arte del desapego, y también nos enseña el arte de estar Aquí, presente. Nos enseña las diferentes caras del desapego, y nos enseña que sí es posible amar, desde un lugar de libertad, y no desde la dependencia o el miedo. Yo solía quedarme a las márgenes de todo, preparada a salir corriendo a la mínima que algo no iba como yo querría. Pero el Yoga me enseña a NO quedarme fuera del “show” de la vida, si no, entrar, actuar y vivir, con lo “bueno” y con lo “malo”. Cuánto más práctico, más me abro, más me meto en la vida, y más me involucro. Sigo viajando, pero también permanezco en los lugares, investigo mis raíces. Camino, corro, sudo, lloro, me río, bailo, hasta hablo en voz alta a los perros…
Así que el Yoga no nos enseña escondernos solos en una cueva, ni nos enseña meternos en la vida y actuar con un único objetivo. Es diferente, actuar con la esperanza de un resultado específico, o elegir actuar con buena intención, pero sin apego al resultado. Esto es lo que nos enseña el Bhagadvad Gita, uno de los textos fundamentales del Yoga.
Hoy dejo que la emoción de la añoranza me atraviese, pero no me apego a la emoción. Antes me identificaba con las emociones y los sentimientos, pero poco a poco aprendo a dejar que me atraviesen, y después vuelvo (más despejada) a tomar las riendas.
Esta semana os echaré de menos!!
Por compromisos laborales, no podré dar clase esta semana.
PERO: El miércoles 4 de noviembre a las 18:00, tengo el placer de anunciar, que Paco compartirá de su sabiduría y experiencia en Chi Kung y meditación. Será una clase de sorpresas, en su hermoso lugar, c/Josep Villalonga 47, 2º.
Buena semana! Un abrazo Mia