La semana pasada revisamos la función de las alas en la práctica, creando tono en los brazos desde la activación del corazón y de las manos. Pudimos experimentar que el trabajo de los brazos es esencial para acceder al corazón y sentir más ligereza y libertad. Como sabemos el cuerpo funciona en colaboración entre todas las partes, el corazón no se expande sin el trabajo activo de las alas, y además, el corazón gana más ligereza gracias a la activación específica de las raíces. Esta semana exploraremos el funcionamiento de los pies, piernas y caderas. Esto nos dará más estabilidad y enraizamiento que a su vez proporciona más ligereza al cuerpo.
En el Bowspring activamos los pies imaginando como una burbuja en el centro del pie, el arco está visible en la planta del pie mientras que el empeine y los dedos están suaves, las rodillas van suavemente hacia delante y hacia los lados, para permitir que la parte superior de los muslos y las caderas vayan hacia atrás. Esto permite una inclinación anterior de la pelvis, y más apertura del suelo pélvico. Esta apertura es esencial para que la energía pueda fluir con más libertad a lo largo del canal central. El trabajo consciente desde los pies activa toda la cadena mio-fascial de pies a glúteos. Los glúteos estarán “pomposos” e invitan al efecto muelle de las piernas; el pulso constante, enraizar y crecer.
No importa donde estés, las raíces las encontramos en el aquí y el ahora, en la presencia en la tierra, en lo terrenal. Inhalando se expande el corazón y exhalando se enraízan las raíces y se aligera la mente.
No importa donde estés, las raíces las encontramos en el aquí y el ahora, en la presencia en la tierra, en lo terrenal. Inhalando se expande el corazón y exhalando se enraízan las raíces y se aligera la mente.