TEJIENDO
Hace unos años estuve de viaje por Guatemala y conocí a un ser muy especial, un indígena Maya Tz’utuhil, que, viendo un día un pesquero desaparecer en el lago azul donde vivíamos, me miró con ojos de espejo y me dijo: Nosotros no tenemos palabras para la ‘vida’ y la ‘muerte’, para nosotros, solo son diferentes colores de un mismo tejido. Ese mismo tejido que tejen nuestras mujeres, el tejido de nuestra tierra… Esa frase siempre me acompaña y aún en mis días tristes, reconozco entre nieblas esta existencia como un tejido de múltiples colores, y la práctica de Yoga, el trabajo de reconocer nuestros colores, y hacerlos brillar. La evolución no puede ser otra que interactuando, entrelazados y en unión con todo el universo, en una sola energía inteligente.
La práctica del Bowspring que vengo compartiendo desde hace algún tiempo, nos recuerda de esta conexión y el reconocimiento de vida/muerte, felicidad/tristeza, gozo/dolor, como caras de la misma moneda. En este pequeño artículo quisiera humildemente explicarte un poco qué y cómo es lo que estamos explorando con esta práctica integradora para cuerpo, mente y corazón.
Con gratitud me inclino ante los grandes maestras y maestros y ante la vida como la mejor escuela. Con humildad comparto esta práctica y estas palabras.
Para más información recomiendo que visites globalbowspring.com, zunray.com, zairaleal.com.
Doy las gracias a mi querida maestra Zaira Leal, a Desi Springer y John Friend, a autores como Anodea Judith, Mario Benedetti, Marianne Williamson, y Sally Kempton, por su profunda sabiduría e inspiración.
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Qué es Sridaiva y el arco dinámico /bowspring?
Desi Springer y John Friend han desarrollado Sridaiva y Bowspring (arco dinámico) – un método postural para cuerpo-mente-corazón, que con sus formas físicas, poco tiene que ver con lo que conocemos como el Yoga postural moderno. Las posturas pueden entenderse como alternativas a- y extensiones de – las ásanas tradicionalmente conocidas. Realmente son propuestas nuevas que exporan la alineación óptima de nuestro ser. Todas cultivan el corazón radiante (la felicidad en el centro de nuestro ser) que se expresa en la alineación óptima del arco dinámico/bowspring. El mapa del bowspring, es un mapa que activa todo el cuerpo y orienta la columna vertebral honrando y acentuando sus curvas naturales, para poder expandir en plenitud.
El arco va más allá del cuerpo físico, es una guía también para el alma y la mente. Esto se experimenta a través de la aplicación consciente y simultánea de las 12 claves del bowspring, que trabajan todas las partes del cuerpo integrando y expandiendo.
TENSEGRIDAD y SPANDA
El cuerpo entero está conectado en tensegridad (palabra compuesta de ´tensión’/integridad), a través de la fascia (el tejido conectivo). La fascia es agua y colágeno, y en muchos cuerpos está poco trabajado y se encuentra algo “estancada”, pero cuando se empieza a mover según el algoritmo del Bowspring, se cobrará tono y un rango de movilidad increíblemente dinámico y flexible. Es una conexión en pulsación; equilibrada en todas las direcciones y sentidos.
Partiendo de la activación simultánea de las 12 acciones integradas del Bowspring, se despierta TODO el cuerpo, también la musculatura de la parte trasera, de la cual muchas veces nos olvidamos. El concepto de tensegridad a mi me encanta, me hace conectar el cuerpo en unidad, con su capacidad de integración/expansión y con la sensación de SPANDA: el latir del universo. Spanda significa vibración, y es el nivel más sutil de la pulsación creadora del universo, lo reconoces observando la pulsación más allá de tu respiración, más allá del latir de tu corazón.
El trabajo del cuerpo en tensegridad, entendiendo el cuerpo unificado por la fascia, no son sólo términos fisiológicos o técnicos, sino profundamente filosóficos. Practicamos para Unir, y sentir el cuerpo como Un ser; que lo que pasa con el pie tiene relación directa con la cadera, la cadera con la cabeza, y el corazón con el todo, más allá del cuerpo físico.
CORAZÓN RADIANTE
Cultivar el corazón radiante es una de las claves más importantes del Sridaiva. El corazón entendido no como el centro de las emociones, sino como el centro energético del ser, que se expande desde dentro hacia fuera en todas las direcciones. Fisicamente tiene su lugar en el centro de la caja torácica. Al trabajar expandiendo el anillo de las costillas circunferencialmente, la energía sube hacia arriba y da una sensación de ligereza al cuerpo y a la mente. También te da más consciencia del espacio y cómo te mueves en él. Otro efecto es que incrementa el coraje y te vuelves más positivo/a. Da también una sensación de plenitud y se crea más espacio para que la esencia de quien eres puede explorarse en su capacidad completa. Es un trabajo de reconocimiento de tu verdadera naturaleza: un ser en armonía y unión contigo mismo y el universo.
DESTINO DIVINO
La palabra Sridaiva significa Destino Divino, y es así, porque cada ser humano tiene el derecho y la responsabilidad de desarrollar su propio destino divino, en el cual se encuentran la libertad, la verdad y la compasión absolutas. Un practicante de Sridaiva cultiva una mentalidad positiva, una postura dinámica y una vida sana. Los tres principios primordiales son: la responsabilidad, la atención plena y la compasión. Somos responsables de nuestro destino, del camino que andamos y cómo cuidar a nuestro cuerpo-mente-corazón. El trabajo del Bowspring requiere un estado de atención plena, dentro y fuera de la esterilla, y al cultivarlo nos volvemos más presentes, respirando y abrazando lo que Es; en el aquí y el ahora. La compasión es la profunda empatía con el otro, reconociéndonos como partes del todo y cuidando el planeta con amor.
VISIÓN NO-DUAL
La filosofia del Sridaiva tiene sus raíces en el tantra no-dualista. La palabra Tantra viene del «ta» – expandir y «ntra» – instrumento. Otro significado es el de ‘red’ y ‘tejer’. El Tantra es como una sabiduría entretejida, pulsando en expansión; el Tantra expande sabiduría que protege. A mi me encanta esta imagen y me recuerda a Tomás, el indígena que conocí en el Lago Atitlán, y a los grandes tejidos propios de los indígenas de diferentes zonas del planeta. Entretejemos la realidad en una gran cobija unificadora, y estamos aquí para descubrir nuestro color particular y hacerlo brillar con más intensidad.
La escuela del Tantra es una de las Darshans pre-védicas (de hace más de 6000 años) y representa un Shaivismo no dual, lo cual le diferencia a otras escuelas clásicas del Yoga donde hay un dualismo (más o menos) pronunciado. El Tantra ve el universo como un campo de consciencia unificada. La verdad absoluta es el «Oneness»: La realidad es que no hay división entre «Tú» y la consciencia absoluta, entre «tú» y lo divino, entre “tú, y “yo”. El shaivismo entiende la realidad suprema como una gran consciencia, con dos aspectos inseparables: Shiva y Shakti. Shiva es el aspecto masculino y la consciencia, Shakti el principio femenino y el poder creador.
PRÁCTICA SANADORA
Comenzar con la práctica del Bowspring puede remover mucho al principio. Esto es porque nos movemos de una forma diferente que seguramente va «en contra» de lo antes estudiado y practicado. Esto removerá nuestra forma de ver las cosas, nuestro sistema de creencias, no sólo en cuanto al cuerpo físico, sino también en otros campos de la vida. Emocionalmente también remueve porque se despiertan zonas del cuerpo que a lo mejor hayan estado dormidas, y donde se guardan memorias. Los tres centros energéticos trabajados primordialmente son: el corazón, la pelvis y la cabeza. A parte de ser centros energéticos muy potentes, en cada una de estas zonas hay mucha información emocional guardada y cuando las empezamos a mover, los nudos y las tensiones se empiezan a soltar. En principio esto puede provocar dolor y/o sensaciones de incomodidad, mareo, ganas de llorar etc, pero a medida que vayas practicando, todo se colocará y hay un reajuste de energías en el cuerpo que te hará sentir mejor en muchos sentidos (más ligero, más fuerte, más positivo, con menos dolor).
El dolor en si mismo es sanador, si lo escuchamos, si lo atendemos, si entendemos su origen… Hacer cosas nuevas y salir de la zona de confort, como bien indica la expresión, no es nada cómodo, por eso lo tendemos a evitar y nos escondemos en el sofá, detrás de la pantalla, en escuelas antiguas…. Al salir a veces los dolores nos sorprenden, a veces es más duro de lo que nos hubiéramos podido imaginar, pero también más rico, más bello, más real…
Esta práctica me está tocando a todos los niveles, ¿cómo no querer compartirlo?